Recién estrenado el S.XXI Madrid era un hervidero de grupos alocados y sorprendentemente desacomplejados entre los que para mí por encima de todos destacaba Ginferno. Desde el primer momento me deslumbró esa mezcla suya tan personal: melodías exóticas, ritmos tribales, guitarras surf, contundencia punk, cacofonías no wave… inmediatamente me convertí en fan y asistí a numerosos conciertos suyos, cada cual completamente diferente al anterior.
Me entusiasmaba su mítica formación de instro-trío con la batería de Fede Levenfeld por el suelo y las dos guitarras de Daniel Fletcher y Ramón Moreira en contrapunto constante pero también disfruté mucho con la entrada de Kim Warsén a la voz. A finales de 2009 Ramón dejó Ginferno, esa era la mala noticia, la buena que me proponían entrar en la banda, uno de esos golpes de fortuna que a veces te regala la vida. Recuerdo los primeros meses en Ginferno como una de las épocas creativas más intensas que he vivido. En una veintena de ensayos logramos dar forma a todo un nuevo repertorio que corrimos a inmortalizar en los Estudios Brazil en julio de 2010 con Manuel Campos (Rosvita) a los mandos. Diez canciones que se convertirían en «Mondo Totale», un álbum crujiente que yo definiría como exótica-post-punk, por decir algo, podría decir simplemente que suena a Ginferno y sería suficiente. Podéis escuchar el disco entero y encontrar más información aquí aquí.