Conozco a Elías Egido desde hace más de un cuarto de siglo. Nuestro primer encuentro fue casi surrealista, dos quinceañeros coinciden en un pequeño pueblo de Soria y descubren su común pasión por el hardcore, cosa poco habitual por aquellos años. Desde entonces hemos escuchado centenares de horas de música juntos, asistido a conciertos y compartido cartel con nuestras respectivas bandas, Elías ha sido bajista por ejemplo de E-150 y Standstill. Parecía lógico que en su debut en solitario contase conmigo, se lo agradezco. En Eh! se perciben influencias como Foetus, Steroid Maximus, Don Ellis, John Zorn en un discurso de música instrumental oscura y cinematográfica. Elías construyó los temas sobre secuencias y líneas de contrabajo eléctrico tocadas por él mismo, sobre esa base se iban sumando instrumentos: piano (Naiel Ibarrola), guitarra (Rubén Fernandez) y batería (Daniel Arrizabalaga). Mi parte consistió en incorporar aderezos de theremin y serrucho musical.