Dead Capo ha sido mi universidad musical, con este grupo aprendí a tocar sin amarres, a explorar los límites de los géneros y a entender la música como un material más líquido (más parecido a la pintura que a un puzzle). Aprendí a tocar ante públicos de lo más diverso, con actitudes de todo tipo y creyendo por encima de todo en lo que estabas haciendo encima del escenario. También aprendí lo que es la autogestión de verdad, este disco fue grabado, mezclado y masterizado por el guitarrista de Dead Capo (Javier Adán) y editado con nuestro nuevo sello propio (Pueblo Records). Tras la borrachera de estilos que significó los 90 mis intereses musicales se escoraron hacia el jazz, la vanguardia y el rock mas raruno, creo que no pude encontrar gente más afín para avanzar con esa perspectiva tan oblicua que los otros dos Javieres (Adán y Gallego). Tras un par de años de ensayo frenético plantamos en las tiendas «Díscolo» (sí, en aquel entonces un disco podía saltar de tienda en tienda sin tocar el suelo), un manifiesto musical transgénero que dio que hablar y nos permitió tocar durante años en circuitos muy diferentes y en ocasiones en unas condiciones que hoy parecen ciencia ficción. Puedes oir el disco entero aquí aquí.